sábado, 10 de noviembre de 2012

El Príncipe pide consenso y diálogo entre territorios




El Príncipe Felipe realizó ayer en Aragón un llamamiento a la concordia entre todos los españoles, aprovechando la conmemoración de unos acontecimientos históricos que, a principios del siglo XV, permitieron a aragoneses, catalanes, valencianos y castellanos vivir juntos en paz y armonía.
El acto tuvo lugar en Teruel, la provincia en la que en febrero de 1412 se firmó la Concordia de Alcañiz, que fue el inicio del fin de una grave crisis sucesoria en la Corona de Aragón y que sirvió a Don Felipe para apelar, en estos momentos de tensiones territoriales, al «diálogo» y el «consenso» que hace 600 años permitieron mantener una Corona de Aragón «fuerte y unida».

En la Concordia de Alcañiz y el posterior Compromiso de Caspe, los territorios de Aragón, Cataluña y Valencia, que componían el reino, acordaron elegir como rey a Fernando de Antequera, poniendo fin a una crisis sucesoria que se había iniciado en 1410 tras morir sin descendencia Martín I.
El acuerdo que alcanzaron los compromisarios aragoneses, catalanes y valencianos no sólo evitó una confrontación violenta, sino que permitió la entronización en Aragón de una dinastía castellana, la Trastámara. Y lo hizo además en la persona de Fernando de Antequera, que por entonces era la figura más destacada del reino de Castilla, del que era regente.